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Blair: "Mucha gente se durmió tras el 11-S"

El 'premier' quiere ampliar a tres meses la detención sin cargos de sospechosos

Irritado por las preguntas de la prensa sobre la conexión entre la guerra de Iraq y los atentados de Londres, Tony Blair rechazó que ninguna ideología pueda justificar el terrorismo. Y advirtió que "mucha gente se durmió tras el 11-S".

RAFAEL RAMOS - 27/07/2005
Corresponsal LONDRES


Foto: AFP/John D McHugh

Un hombre, decía Winston Churchill, es tan grande como las cosas que le ponen furioso. Tony Blair se mostró ayer furioso de veras, no sólo con quienes han atacado ya dos veces Londres, sino con los políticos y periodistas que creen que la guerra de Iraq ha propiciado la motivación, el reclutamiento y la financiación de terroristas. Es fácil enfadarse, decía Aristóteles, lo difícil es enfadarse con la persona adecuada, en el momento adecuado y de manera adecuada.

La primera rueda de prensa del premier desde los atentados del 7-J mostró la cara de un Blair más irritado que nunca, como si su ira pudiese destruir el mal. "No hay que ceder ni un milímetro al terrorismo - proclamó con una mueca de rabia-. El 11-S fue como un despertador, pero después mucha gente dio media vuelta y se puso a dormir otra vez. Es necesario combatir no sólo los métodos de los terroristas, sino sobre todo la ideología que se esconde detrás de ellos".

Lo que realmente sacó de sus casillas a Blair fue la sugerencia de que la guerra puede tener algo que ver con la ola de atentados en Londres. "Ya es hora de apartar de una vez por todas la ridícula noción de que existe algún tipo de equivalencia entre el asesinato deliberado de gente inocente y lo que nosotros hacemos en Iraq y Afganistán, ayudando a construir una democracia". Por un momento pareció que la cólera del primer ministro iba a derretir esa espesa capa de maquillaje que se pone a costa del contribuyente, tan polémica en los últimos días.

"Ya puestos - añadió a mil revoluciones-, basta de insinuar que, aunque los métodos de los terroristas sean erróneos, tal vez haya algo en sus ideas que pueda servir de excusa o justificación. Nada puede justificar matar en Londres, en Israel, en Palestina, en Iraq, en Turquía, en Egipto, en EE. UU. Punto".

El enfado de Blair tal vez tenga algo que ver con la impaciencia de los británicos ante el lento avance de las investigaciones, las críticas a Scotland Yard por la muerte a balazos de un brasileño inocente, o el peligro que constituye la célula de terroristas que siguen en libertad. O quizás con un sondeo publicado por The Times que, aunque registra un incremento en la valoración de su liderazgo, indica que un 41% de los votantes piensa que debería dejar el poder antes de finalizar el 2006.

"Plantar cara a esa gente"
Numerosos analistas sostienen que la guerra ha alimentado el terrorismo, aunque no lo justifique y anteriormente existieran otras causas. Y Blair, a la defensiva, lo aceptó ayer por primera vez y a regañadientes. "Van a intentar usar Iraq para reclutar y motivar, igual que Afganistan, y todo aquello de lo que puedan echar mano. Pero el 11-S ocurrió antes, y creo que la mayoría de gente se da cuenta de que las raíces del terrorismo son más profundas que todo eso, y que este argumento no lleva a ninguna parte. La única manera de afrontar el problema es plantar cara a esta gente en todos los frentes, empezando por el de las ideas".

A lo que el premier no quiso responder es a la pregunta de si su alianza con Bush ha incrementado la amenaza ya preexistente contra el Reino Unido. El enfado, decía el luchador por los derechos civiles Eliott Larsson, tiene mucho que ver con la frustración.


Eran otros tiempos. Otras caras. De izquierda a derecha: Tony Blair, George Bush, y José María Aznar.

Los periodistas llevaron a Blair y la lógica de sus argumentos casi hasta el punto de ebullición, incluso pidiéndole que comparase el terrorismo de Al Qaeda con el del IRA. "No tiene nada que ver - dijo-. Unos matarían a treinta mil personas si pudieran, y los otros no".

El día había comenzado de manera mucho más plácida, con un encuentro con la oposición para analizar las nuevas medidas antiterroristas que debatirá el Parlamento en el otoño. Los tres grandes partidos están de acuerdo en la tipificación como delito de la incitación al terror y la asistencia a campos de entrenamiento militar clandestinos, pero muestran reservas respecto al deseo de la policía de aumentar de dos semanas a tres meses el tiempo que se puede mantener detenida a una persona sin presentar cargos. Otro motivo de conf licto es el uso de las escuchas telefónicas como prueba.

Pero tras la calma vino la tempestad, las preguntas del quinto poder y la ira de Blair, como haciendo caso al predicador Henry Ward cuando sostenía que "un hombre que no sabe enfadarse no puede ser bueno". Aunque, para Platón, "hay dos cosas por las que uno nunca debe irritarse: las que puede arreglar, y las que no puede".





 

 


"Ya puestos - añadió a mil revoluciones-, basta de insinuar que, aunque los métodos de los terroristas sean erróneos, tal vez haya algo en sus ideas que pueda servir de excusa o justificación. Nada puede justificar matar en Londres, en Israel, en Palestina, en Iraq, en Turquía, en Egipto, en EE. UU. Punto".



Imagen de la reunión de las Azores en la que se decidió hacer la guerra a Irak.

Foto: cfpeople.org