MERCEDES GALLEGO - 05-10-2005 - ABC
El vicepresidente de EE.UU. afirmó que el terrorismo ha crecido porque las anteriores administraciones norteamericanas no fueron lo bastante enérgicas
NUEVA YORK. En plena crisis de apoyo público a la guerra de Irak, el vicepresidente Dick Cheney rescató la sombra del 11-S para advertir al país de que, si se retiran demasiado pronto de Irak, sufrirán atentados mayores que aquél. Los terroristas "nos están manteniendo un pulso en Irak, poniendo a prueba nuestra firmeza; intentan debilitar nuestro compromiso con la democracia en ese país", subrayó. "Si triunfasen, devolverían Irak a los tiranos y lo usarían como plataforma para lanzar ataques contra EE.UU. y otras naciones civilizadas".
El vicepresidente Cheney se dirige a los marines (AP photo/Sara D. Davis)
La audiencia de Cheney en Camp Lejeune (Carolina del Norte) había sido ayer cuidadosamente seleccionada para representar a uno de los batallones recién llegados de Irak y que más bajas ha sufrido. Los 4.500 marines de la Segunda Fuerza Expedicionaria han visto caer a 241 compañeros. Cheney les prometió honrar su sacrificio "completando la misión".
Es la estrategia con que la Casa Blanca reaccionó para contrarrestar el daño de imagen que le está asestando el movimiento liderado por Cindy Sheehan, madre de un soldado fallecido en Irak, que acampó junto al rancho de Bush para pedir explicaciones. Desde entonces, la mujer que ha despertando el movimiento antibélico -adormecido desde las elecciones de noviembre- ha erosionado la autoridad moral de la guerra.
El Gobierno de Bush ha sido criticado como insensible por ignorar a los muertos. Pero Cheney responsabilizó de estas muertes, y de casi todas las que han ocurrido en el mundo por atentados terroristas, a la política de los anteriores gobiernos estadounidenses, que según él no fueron suficientemente enérgicos en sus respuestas. "Los terroristas se convencieron de que podían atacar EE.UU. sin pagar por ello", afirmó.
Ejemplos de debilidad
Como ejemplos, se remontó hasta 1983, en Beirut, cuando la Administración de Reagan se retiró del Líbano después de que 241 marines murieran tras un atentado contra su cuartel. Las otras siete 'debilidades' que mencionó correspondían a los gobiernos de Clinton: Somalia 1993, World Trade Center ese mismo año, el Centro de Entrenamiento de la Guardia Nacional de Arabia Saudí en 1995, las Torres Jobar de ese mismo país en 1996, las embajadas de EE.UU. en Kenia y Tanzania en 1998, y el ataque al USS Cole en Yemen en 2000. "Una vez tras otra los terroristas atacaron a EE.UU., y no devolvimos el golpe con suficiente dureza. Por eso el presidente Bush dice que los terroristas sólo pueden ganar si perdemos los nervios y abandonamos nuestra misión. Y eso no ocurrirá mientras estemos nosotros al mando".
|