Lleno hasta la bandera. Más de 200 personas,
de todas las edades. He aquí un resumen:
Jaime Botey, profesor de Historia, moderó
el acto. En su presentación, situó
el 11-S como un "regalo" adecuadísimo
para los planes que propugnaba desde 1997 el
Proyecto para un Nuevo Siglo Americano (PNAC),
del que forman parte Cheney, Rumsfeld, Wolfowitz,
Fukuyama, Libby y otros altos personajes de
la administración Bush, incluido su propio
hermano Jeb.
Mateu González, sociólogo
y organizador del encuentro, situó este
acto de terrorismo de estado interno en una
larga historia de hechos semejantes en la historia
de los USA (Los Álamos, El Maine, Pearl
Harbor, bahía de Tonkin, etc.), y en
la estrategia por el control de las reservas
mundiales de petróleo y gas.
Lluís Botinas, investigador independiente,
se centró en demostrar, con ayuda de
transparencias, que las versiones oficiales
de lo ocurrido en el Pentágono -supuesto
choque de un Boeing- y del hundimiento de las
Torres Gemelas por el impacto de los choques
y por los incendios subsiguientes, son
insostenibles, pues no hay prueba rigurosa alguna
de tales explicaciones. Es necesario, entonces,
avanzar hipótesis explicativas alternativas:
contra el Pentágono de estrelló
un misil norteamericano, y las Torres se hundieron
porque en un momento determinado, quienes dirigieron
la operación desde el Edificio 7 (que
se hundió demolido normalmente, es decir,
de abajo a arriba, a las 5 de la tarde) hicieron
estallar los explosivos previamente colocados
en numerosos pisos no en todos; las imágenes
detalladas lo muestran claramente. E invitó
a apoyar a las asociaciones de familiares de
víctimas y de bomberos, así como
algunos senadores y congresistas, que piden
la formación de una Comisión Independiente
de Investigación sobre los hechos del
11-S.
Cerró la ronda de intervenciones el periodista
Bruno Cardeñosa, autor del libro
"11-S: Historia de una infamia" (Corona
Borealis, Madrid, 2003). Este invitado especial
dio más elementos del peso político
del PNAC, situado en el entorno de Bush y en
su administración, y del mesianismo pseudoreligioso
del propio Bush a partir del 11-S. Relacionó
a los verdaderos responsables del 11-S con los
verdaderos responsables del 11-M, aún
por determinar (Bruno está escribiendo
un libro al respecto). Y señaló
que quienes son presentados oficialmente como
autores de ambos actos terroristas forman parte
del entramado montado por servicios secretos,
en particular norteamericanos, para presentar
a la opinión pública, especialmente
la occidental, un supuesto enemigo mundial que
sirviese, por un lado, de chivo expiatorio,
y, por otro, y esto es decisivo, para declarar
una "guerra contra el terrorismo islámico
internacional" con el que recortar las
libertades y justificar invasiones a países,
asesinatos de opositores y la iniciativa para
imponer "un Nuevo Siglo Americano".
En particular, afirmó, dando varios argumentos
para ello, que Al Qaeda no existe ni jamás
existió, sino que es una construcción
de servicios secretos y de los medios occidentales
(con la ayuda de aliados tales como el ISI pakistaní),
para dar trascendencia a cada grupito terrorista
local que por ellos mismos no tendrían
relevancia internacional alguna.
Por lo justo del tiempo sobrante, sólo
hubo espacio para cinco preguntas o intervenciones
que permitieron precisar, entre otras cosas,
que:
A) lo verdaderamente peligroso es el terrorismo
de estado que está detrás del
propio 11-S y de sus actos continuadores en
el exterior, como el 11-M; dejarse espantar,
por ejemplo, por el supuesto "peligro para
toda la población que significan las
llamadas células durmientes" es
caer en la trampa preparada justamente por la
gran operación de guerra psicológica
que constituyó dicho 11-S;
B) la política del PNAC implica, como
se ve en Irak y, con menos trascendencia pública,
en Afganistán, un aumento de las tensiones
entre no sólo países sino incluso
religiones y civilizaciones;
C) el World Trade Center fue vendido pocas semanas
antes del 11-S, lo cual es un ejemplo más
de las enormes especulaciones que grandes fracciones
capitalistas hicieron en torno al 11-S haciendo
uso de su "información privilegiada";
D) el alineamiento de Aznar con Bush y Blair
también tiene graves consecuencias hacia
Latinoamérica, ya que convirtió
al gobierno del PP en un brazo de los USA hacia
aquel continente;
E) probablemente ninguno de los cuatro aviones
oficialmente implicados en el 11-S tuvo en realidad
papel alguno en lo que ocurrió; así’:
contra la primera Torre probablemente chocó
un misil (se recordó que las primeras
noticias que circularon hablaban del "choque
de una avioneta", descripción que
corresponde mucho más a un misil que
a un avión Boeing); el avión que,
televisado en directo, chocó contra la
segunda Torre, llevaba adosados tres objetos
bajo su fuselaje, lo cual imposibilita que pudiese
haber despegado de un aeropuerto comercial ya
que no habría recibido permiso para hacerlo
llevando "adornos" tan especiales;
es clarísimo que contra el Pentágono
no se estrelló ningún Boeing sino,
probablemente, otro misil; finalmente, del que
supuestamente se estrelló en Pensylvania
no quedaron restos claros ni se supo con rigor
qué ocurrió;
F) actuar para obligar a que se aclare que ocurrió
realmente el 11-S es la mejor forma de impedir
que prosigan las intervenciones de los USA en
el exterior y la implementación del PNAC;
G) apoyar la formación en EE UU de una
Comisión Independiente sobre los hechos
del 11-S, cosa que quizá podría
potenciarse constituyendo una Comisión
de este tipo en cada país;
H) los familiares de las personas dadas por
muertas el 11-S, en especial de las que estaban
a bordo de los aviones supuestamente implicados,
deben tener un papel clave en lograr la formación
de dicha Comisión Independiente.
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