ORLANDO JARA
11-s.net - 01-09-2005
"Creo que liquidar a ese tipo de gente es lo más inteligente y barato, y no veo que ello vaya en contra del cristianismo". Es una frase de Pat Robertson. Pero ya hace 6 años que la dijo. Dos años antes del 11 de septiembre. (El País, 11-08-1999)
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El fundador de la Coalición Cristiana, Pat Robertson, es un personaje influyente. No en vano es el telepredicador más seguido en EE UU. Partió como candidato favorito por los republicanos en las presidenciales de 1988, pero finalmente fue George Bush padre quien ganó, y posteriormente se instaló en la Casa Blanca. Robertson está muy alineado a los sionistas y, de hecho, ha sido galardonado con el State of Israel Friendship Award. El 23 de agosto, en su sermón semanal del The 700 Club, en la cadena CBN (Red Cristiana de Radiodifusión), instó a la Administración Bush para que asesine al presidente venezolano Hugo Chávez.
Para este telepredicador, Chávez es un "peligro terrorífico" para la seguridad de EE UU, según sus propias palabras, y le acusa de destruir la economía venezolana y actuar como "plataforma de lanzamiento para la infiltración comunista y el extremismo musulmán".
En 'su buena lógica', Robertson propone que para acabar con su Gobierno no haría falta "emprender otra guerra de 200.000 millones de dólares", sino que "sería mucho más fácil enviar a agentes clandestinos a hacer la tarea de una buena vez". "Tenemos la capacidad para sacarlo y ha llegado la hora de ejercer la capacidad de sacarlo" del poder, ha dicho.
"Yo no sé nada sobre esta doctrina del asesinato, pero si él cree que estamos tratando de asesinarlo, creo que deberíamos tomar la iniciativa y hacerlo", ha animado Robertson en su discurso televisivo. "Es mucho más barato que iniciar una guerra... y no creo que detendrá los envíos de petróleo", ha argumentado. Venezuela es el quinto exportador de petróleo y uno de los principales proveedores de Estados Unidos. La CIA calcula que los mercados estadounidenses absorben casi el 59% de las exportaciones totales de Venezuela. (El País, 23-08-2005)
Asimismo, Robertson lamentó que George Bush no hiciera "virtualmente nada" cuando "un golpe popular desalojó durante 48 horas del poder" a Hugo Chávez, en abril de 2002.
El portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, se ha desmarcado de las palabras del pastor evangelista: "Pat Robertson es un ciudadano privado y sus opiniones no representan la política de EE UU. No compartimos su punto de vista y sus comentarios son inadecuados". Añadió que las acusaciones de que Washington está planeando acciones hostiles contra el Gobierno venezolano carecen "completamente de fundamento".
Desde Cuba, donde Chávez se encontraba reunido con el mandatario cubano, Fidel Castro, el presidente venezolano dijo no tener la menor idea de quién era Robertson y que le importaba más bien poco quién fuera, según Yolanda Monge de el periódico El País. Pero su Gobierno ya ha tomado medidas para reforzar su seguridad.
Dos días después Robertson se disculpó a su manera. Lo hizo con estas palabras: "Lo que yo dije es que nuestras fuerzas especiales podrían eliminarlo (...) Eliminarlo puede ser numerosas cosas, incluido el secuestro", dijo Robertson en su programa The Club 700.
También la comunidad religiosa ha exigido a la Casa Blanca que condene los recientes comentarios de Robertson. Así, Diane Shamis, coordinadora nacional de la coalición Progresistas Unidos por la Democracia, dijo: "Nos ofende que, como líder cristiano que debe servir de ejemplo para los jóvenes afectados por la violencia en el país, Robertson esté modificando el mandamiento de 'no matarás'"
El grupo considera que la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones que preside Michael Powell, hijo del ex Secretario de Estado) debería revocar o suspender la licencia de radiodifusión de Robertson, o al menos imponer una fianza contra la CBN.
Shamis recalcó que la coalición no está satisfecha con la disculpa "a regañadientes" de Robertson, porque "un golpe dado no tiene quite" y porque el líder cristiano, en su opinión, "promueve una agenda política disfrazada de fe".
La coalición tuvo bastante peso en las elecciones ganadas por George W. Bush en 2000 y 2004.
El reverendo Ted Haggard, presidente de la Asociación Nacional de Evangélicos de Estados Unidos, quiere reunirse con Chávez para disculparse personalmente de las afirmaciones hechas por el telepredicador Pat Robertson. Haggard se encuentra en México para tratar de pactar una reunión que de producirse irritaría, sin duda, a la Casa Blanca que considera al líder venezolano un peligroso izquierdista con ambiciones de dominar a Sudamérica.
Por su parte, Chávez dirige también un programa televisivo, Aló presidente, donde ha llegado a afirmar varias veces que "Washington conspira para derrocar su Gobierno".
El 29 de agosto, el presidente venezolano llegó a sugerir que su gobierno "podría incluso solicitar la extradición del evangelista Pat Robertson". En un discurso ante ministros de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) reunidos en Caracas, dijo: "Anuncio que mi gobierno va a ejercer acción penal judicial en los Estados Unidos" y agregó que "si el gobierno de los Estados Unidos no toma las acciones que deba tomar, entonces nosotros iremos a las Naciones Unidas, iremos a la OEA a denunciar al gobierno de los Estados Unidos de estar amparando un terrorista que está pidiendo el asesinato de un presidente". Afirmó que "cualquier persona que atente o amenace a alguien internacionalmente protegido es un delincuente internacional (...) el llamado a asesinar a un jefe de Estado es un acto terrorista".
Mientras, el activista de derechos civiles estadounidense, Jesse Jackson ofreció su apoyo a Chávez.
Durante un discurso ante la Asamblea Nacional venezolana, Jackson describió los comentarios de Robertson como repugnantes, inmorales e ilegales.
Jesse Jackson, líder afroamericano y activista de derechos civiles estadounidense, habló ante la Asamblea Nacional de Venezuela: "Creo que la FCC debe prohibir esas amenazas al aire. Es por eso que el presidente Bush y la secretaria Rice deben rechazar enfáticamente la idea de que existe un deseo, un plan o una intención de matar al presidente Chávez".
Pero, es que Robertson es de las pocas personalidades de la política americana que no ha endurecido su mensaje después del 11-S. Ya en 1999 reabrió el debate sobre la conveniencia de abolir la legislación que prohíbe al Gobierno y los servicios secretos de la superpotencia asesinar a rivales internacionales como el terrorista saudí Osama Bin Laden o jefes de Estado como el yugoslavo Slobodan Milosevic, el iraquí Sadam Husein o el cubano Fidel Castro.
El predicador evangelista decía entonces, al igual que hoy: "Creo que liquidar a ese tipo de gente es lo más inteligente y barato, y no veo que ello vaya en contra del cristianismo. Sé que suena algo maquiavélico y diabólico, pero creo que lo mejor sería enviar un comando para eliminar a Bin Laden, el jefe de Corea del Norte [Kim Jong Il], Milosevic o Sadam". Así nos ahorraríamos millones de dólares en guerras que dañan a civiles inocentes y destruyen la infrasestructura de un país". (El País, 11-08-1999).
También fue replicado de inmediato por Barry Lynn, director ejecutivo de la Asociación Americana para la Separación de las Iglesias y el Estado. "En mi Biblia", dice Lynn, "Jesús no dice nada acerca de asesinar a jefes de Estado. Quizá deberíamos poner los Diez Mandamientos en la oficina de Robertson".
Un año antes, el senador republicano Chistopher Bond comenzó una campaña para lograr la abolición de la orden ejecutiva de 1976 que prohíbe a las autoridades norteamericanas participar en "conjuras para promover el asesinato político".
La ley no fue abolida pero los que estaban a favor de permitir el asesinato sí llegaron al poder en 2000, cuando George W. Bush logró acceder a la Casa Blanca. Tras el 11 de septiembre, Bush declaró su guerra contra el terrorismo, allá donde se encuentre.
Secuestros urbi et orbe
Volvamos a la disculpa del telepredicador. Nos aclara que donde dijo 'liquidar' quería decir 'secuestrar', como si el secuestro fuera algo legal, y en su caso habría que añadir algo 'cristiano'. Y ¿lo están haciendo? ¿están secuestrando 'sospechosos' en otros países? Pues la respuesta es que sí.
En 60 minutos, un programa de la televisión norteamericana, pudimos saber que Khaled el-Masri, ciudadano alemán, fue secuestrado y 'exportado' a una prisión de Afganistán. En Estocolmo, Suecia, Mohammad Al-Zery y Ahmed Agiza, fueron también raptados y enviados a una prisión en su país de origen, Egipto. Ambos eran solicitantes de asilo político. Fueron brutalmente torturados. (CBS, 24-07-2005)
Silvio Berlusconi pedía explicaciones a EE UU recientemente, por el secuestro en pleno centro de Milán de Nasr Osama Mustafá Hassan, Abu Omar, quien apareció torturado en una cárcel de Egipto. (El País, 01-07-2005)
Según 60 minutos, son más de 600 vuelos a unos 40 países los que los aviones de la CIA han podido realizar para estos usos.
Más de 10.000 personas están desaparecidas bajo custodia de EEUU en distintas prisiones secretas y campos de detención, según denunció Amnistía Internacional (El Mundo, 31/08/2005)
Quizás Robertson ya está consiguiendo en parte lo que propone. Haría bien en informarse.
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