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         112 DE LA GUERRA


Bush pierde la guerra en casa

ORLANDO JARA
11-S.NET, 08-09-2005



El dique de Thames Barrier (AP Photo/Matt Dunham)

EE UU se siente atacado. Por tercera vez en su historia ha sido golpeado en su propio territorio. Primero fue Pearl Harbor (1941), luego el 11-S (2001) y ahora, cuatro años después, llega el Katrina. En esta ocasión el número de muertos es mucho mayor y por primera vez aparece la figura del refugiado. Son muchos estadounidenses los que lo han perdido todo o casi todo.

¿Es correcto hablar de guerra si nos referimos al Katrina? Es cierto que ha habido un ataque, que hay decenas de miles de muertos, que los daños materiales son cuantiosos. Además, el sector energético ha sido seriamente dañado.

Identificar al enemigo parece cada vez más difícil. Primero fueron los portaaviones japoneses. Después, esa nebulosa llamada Al Qaeda, dirigida por un invisible Osama Bin Laden. ¿Y ahora? ¿A quien culpar ahora? ¿A la divina providencia?

En ello parece que están algunos.

Una guerra santa

Los evangelistas de Arrepiéntete America han explicado el Katrina como “un acto de Dios que ha destruido una ciudad perversa», y esperan que «de la devastación salga una ciudad limpia». [1]

El consejero espiritual del presidente, Billy Graham, afirmó que “el Mal es un misterio”. Insiste en que no hay que preguntarse “¿por qué?” ya que “los caminos del Señor son inexcrutables”. [2] Su hijo, Franklin Graham, también telepredicador evangelista, predica que el Islam es algo ‘maléfico’. Debe saberlo de buena tinta, ya que ejerce también de capellán del Pentágono.

Desde algún rincón de Irak, Al Zarqawi, con una perspectiva supustamente islamista, coincide con los evangelistas al achacar a la divinidad los efectos devastadores del huracán. Me atrevo a sugerir que lo suyo es que hubiera reinindicado la autoría del desastre en nombre de Al Qaeda. El nuevo Bin Laden añadió que ésto “supone el principio del fin de los Estados Unidos”. [3] Para Al Zarqawi los motivos del ‘castigo divino’ residirían más en la política exterior de la Administración Bush que en la perversidad de los barrios le Luisiana.

La peor arma del mundo

Los efectos son comparables a los de una guerra. Así lo entendió el propio Bush quien, al sobrevolar la zona afectada, nos obsequió con la siguiente reflexión: "Es como si la peor arma del mundo hubiera destruido la costa del Golfo de México". [4]

Tal vez por eso envió sus tropas antes que la ayuda humanitaria. En su primera, y tardía, visita a la zona afectada prometió restaurar "la ley y el orden, porque eso es lo que espera la gente de este país". [5] Bush aparecía por primera vez en escena, sin chaqueta ni corbata, y con las mangas de la camisa aremangadas. Por supuesto, se hizo la foto al lado de los bomberos en un intento, supongo yo, de repetir el éxito que esa imagen le reportó tras el 11-S. Por si fuera poco, el presidente de EE UU, George W. Bush, aseguró que se iba a adoptar una política de "tolerancia cero" contra el desorden.

No creo que a raiz de los tiroteos haya alguien en la Administración capaz de preguntarse ¿quién provee de armas a esta gente? La venta incontrolada de armas, desde pistolas a fusiles de asalto, es algo que está bien visto por los neocons. En cualquier otra parte del mundo, los gobiernos pretenden que uno de los primeros pasos para resolver un conflicto es el de entregar las armas. Sin embargo, no soy el único que piensa que el katrina servirá para que la gente se rearme ante una eventual crisis.

¿Salvar vidas? o ¿salvar propiedades?

El presidente debió de olvidar algo, ya que dos días después volvía a la zona para aclarar que la prioridad es ‘salvar vidas’. [6] En pocas horas la prioridad pasaba de ‘defender el orden’ a ‘salvar vidas’. Dentro de la lógica del país más capitalista del mundo era la propiedad privada la que debía defenderse a toda costa. Así se explica la presencia de policías y gente armada, que contaban con el apoyo de la gobernadora de Luisiana, Katleen Blanco, del partido demócrata. Refiriéndose a un grupo de 300 guardias que se van a desplegar en la ciudad tras volver de Irak, Blanco manifestó: "Estas tropas tienen experiencia de combate. Tienen M-16 y están cargados (...) Estos soldados saben cómo disparar y matar y espero que lo hagan (de ser necesario)”. [7]

En esta guerra ya no faltan los tiros, los saqueos, las violaciones, el hambre y la sed, el acecho de enfermedades... Ese es el drama humano, el que Bush y los suyos no alcanzaron a imaginar antes de la llegada del Katrina, o a reconocer después de su paso. Sólo reaccionaron cuando el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, clamó en la CNN: "no sé si esto es un problema del gobernador [de Luisana] o del presidente... pero alguien tiene que coger un avión, sentarse, mejor los dos, y encontrar una solución a esto", ha dicho Nagin. "Que muevan el culo y que hagan algo". [8]

Cinco días tardaron en reaccionar.

Demasiados muertos

El alcalde habla ya de 10.000 muertos. De confirmarse, sería una cifra cinco veces superior a los muertos en las guerras de Irak y Afganistán. Muertos que, seguramente, provocaron alguna pesadilla al inquilino del Rancho Crawford que este verano tuvo como vecina a una pertinaz Cindy Sheehan empeñada en entrevistarse con el presidente para conocer de primera mano los motivos por los que su hijo Casey luchó y murió en Irak.

Con gran ironía, el cineasta Michael Moore no perdió la ocasión de dirigirle una carta al presidente, titulada Se acabaron las vacaciones, en la que le ofrecía pistas de dónde podía encontrar un buen número de helicópteros, el cuerpo de ingenieros y tantos recursos destinados a la guerra de ultramar y que hubieran sido de gran ayuda para resolver los problemas en casa. [9] Hay que aclarar que 1/3 de la Guardia Nacional se encuentra en Irak.

También el reverendo Jesse Jackson lamentó "que hayamos enviado tantos recursos a Bagdad, que hayamos invertido tanto en Irak y en reducir los impuestos de los ricos y no tengamos suficiente para una crisis así en nuestro país". [10]

Guerra por el petróleo de Luisiana

El otro efecto dramático de ese ‘arma terrible’, es la devastación de bienes, y en especial, del colapso de las refinerías de petróleo que abundan en la zona castigada por el huracán. Representa un 20% del petróleo de EE UU.

La consecuencia evidente fue un alza en el precio del crudo, llegando a cotizarse a 70 $ el barril. Aunque en este punto hay que recordar que existía un tendencia alcista que ya había rebasado los 60 $ debido a las consecuencias de la situación inestable en Irak. Curiosamente, se nos aseguró que tras la guerra de Irak el precio por barril quedaría estabilizado en torno a los 30 $, aunque antes del 19 de marzo de 2003 aún estaba por debajo de los 27 $. Es evidente que los precios altos solo benefician a las petroleras. Y da la casualidad de que los planificadores de la guerra en Irak tienen enormes intereses en el sector.

No quedan tan lejos los días en que la ministra de Exteriores de España, Ana Palacio, analizaba la situación bélica en Irak con estas palabras: "Las bolsas han subido y el petróleo ha bajado. Ya los ciudadanos pagan unos céntimos menos por la gasolina y el gasóleo. Eso son datos”.

Los recursos de EE UU

Otras infraestructuras como carreteras, puentes, diques, edificios, etc. habrán de reconstruirse por completo. La factura que ha dejado el Katrina es enorme. “Quiero asegurar a la gente de la zona afectada y de todo este país que vamos a desplegar todos los recursos necesarios“, dijo Bush antes de dirigirse al sur. [11] Pero luego supimos por él mismo que solicitaba ayuda a Europa en forma de petróleo, conservas y donativos a través de Cruz Roja. [12]

Aunque últimamente se hablaba de recuperación y de reducción de las cifras de paro, Alan Greenspan avisó: “cuidado con el déficit”. En el proyecto de presupuesto para el año 2006 se calcula un déficit récord de 427.000 millones de dólares. Eso sin contar los 80.000 millones extra que pide Bush para costear operaciones militares en Irak y Afganistán. [13]

Bush lanza un SOS... a la vieja Europa

Bush terminó pidiendo ayuda. La hiperpotencia no puede alimentar al millón de refugiados que ha provocado el Katrina. Tampoco tiene petróleo y ha reclamado a Europa que le ayude con sus reservas. Ello le ha permitido escapar de la humillación que hubiera supuesto aceptar la ayuda ofrecida por su enemigo Hugo Chávez, el presidente de Venezuela. También ha rechazado los 1.800 médicos que sus vecinos cubanos le ofrecían en un gesto sin precedentes de su otro enemigo Fidel Castro.

La Comisión Katrina y las armas de destrucción masiva

Bush reaccionó con más reflejos al saber que Hillary Clinton reclamaba una Comisión de Investigación. Hizo suya la propuesta y anunciando que sería presidida por él mismo, lo cual despierta no pocas dudas sobre la independencia del resultado. Este anuncio coincide en cualquier caso con el del Senado (de mayoría republicana), que ha hecho pública su intención de abrir una audiencia sobre los errores de gestión de la catástrofe.


(Shaun Heasley/Reuters)

El presidente es consciente de que “una de las cosas que la gente quiere que hagamos es empezar a echar culpas... Pero tenemos que resolver los problemas. Ya habrá tiempo para determinar qué se hizo bien y qué mal”, ha explicado. Y aclara que “lo que pretendo hacer es encabezar una investigación para determinar en qué se acertó y en qué hubo errores”, y así poder “garantizar que podamos responder de manera adecuada si se produce un ataque con armas de destrucción masiva u otra tormenta de grandes dimensiones”. [14]

Mezclando el huracán con las armas de destrucción masiva (ADM), Bush parece empeñado en asociar el Katrina a la guerra contra el terrorismo que él mismo inició hace 4 años. Apela al miedo a experimentar un ataque con ADM, a fin de salir nuevamente fortalecido de la crisis con la imagen de hombre fuerte capaz de enfrentarse al peor de los enemigos.

Si hay guerra, hay negocio... para Halliburton

Horas después de la catástrofe Halliburton y otras compañías se hacían por los contratos de la reconstrucción en las zonas afectadas [15] y el valor de las acciones de la empresa Halliburton subía en la bolsa de Wall Street. Halliburton, con sede en Houston, Texas, es la preferida del Gobierno a la hora de recibir los fondos dedicados a la reconstrucción que siempre viene después de un desastre, sea bélico o natural. Todo ello a pesar de un pasado oscuro marcado por corrupciones y favoritismos. Se trata de la empresa que Dick Cheney dirigía hasta poco antes de entrar como vicepresidente en la Administración Bush.

Saqueos y racismo

El Katrina tiene todos los ingredientes. Condoleeza Rice tuvo que ‘hacerse la foto’, ofreciéndose como prueba de que en EE UU no hay discriminación racial. Pero ya era tarde. Los pobres, la mayoría de ellos negros, que no pudieron abandonar la zona se sintieron abandonados, durante días.

La imagen de Bush tocando la guitarra ha sentado mal hasta en el bando republicano.

Los errores de índole racista (o clasista) no han desaparecido a pesar de los arrumacos a niños negritos que los Bush, acompañados del ex presidente Clinton, han prodigado en las últimas horas. Barbara Bush, la madre del presidente, decía que “Todos (los damnificados) se quieren quedar en Texas. Todos están abrumados por la hospitalidad”. Y de inmediato añadió: “Y como de todas maneras son indigentes, esto les está resultando muy bien”. [16]

Los medios recuperan el prestigio perdido

Recientemente, Tony Blair advertía que "mucha gente se durmió tras el 11-S", lo que serviría estupendamente para describir la actitud de muchos medios, anglosajones por supuesto, que se quedaron mudos tras los sucesos de aquél día. Parece que éstos se han dado cuenta de que si quieren sobrevivir tienen que recuperar su prestigio, y en la crisis del Katrina han despertado su espíritu crítico. Así lo decía Matt Helms en: “Las grandes corporaciones son dueñas de los canales de noticias, y en Washington muchos políticos se apoyan en estos grupos para financiar sus campañas de reelección en Estados Unidos. Es la perfecta receta para un periodismo tímido, que además se autocensura, y que no puede competir con la maquinaria de comunicaciones del gobierno de Bush”. [17]

Movilizaciones contra la guerra

Apareció Cindy Sheehan, la madre del soldado muerto en Irak, y contó con el apoyo inmediato de loa medios, empezando por el otrora respetado New York Times. El inquilino del rancho Crawford no quiso recibirla. Grave error. Ahora son muchas Cindys las que recorren el país.

Y vuelven los famosos, los ‘titiriteros’, como Sean Penn, o Jane Fonda, a hacer campaña como en los viejos tiempos de la guerra de Vietnam. Jane Fonda lo hará acompañada del escocés George Galloway.

Los Rolling Stones, aparecen con un nuevo album tras 8 años de espera. Uno de los temas se titula ‘My sweet neocon’, donde se lo dicen bien clarito, aunque no lo citen a él expresamente. [18]

Hoy Bush pierde la guerra en casa. La pierde por las mentiras que utilizó para llegar a la guerra de Irak. La pierde por la imprevisión y la mala gestión del Katrina. La pierde porque el neoliberalismo de ‘cada uno que salve su culo’ ha quedado en evidencia al ser incapaz de enfrentarse a una nueva crisis, cuatro años después de la del 11-S. La pierde por el racismo, la exclusión social, y las enormes diferencias entre ricos y pobres que han quedado bien visibles a los ojos de todo el mundo. Su ideología no funciona. Pierde la guerra porque bajó los impuestos a los más ricos y recortó servicios a los más pobres. La pierde porque destinó a las guerras de ultramar los fondos que habían sido asignados a mejorar los diques de Nueva Orleans. La pierde, además, por haberse opuesto al Protocolo de Kioto. contribuyendo por ello al cambio climático, que hace crecer la frecuencia y la violencia de los huracanes.

Enemigos invisibles, enemigos invencibles

Invencibles, invisibles. Así son los enemigos que la Administración Bush ha ido designando y, a veces, creando. Bush declaró la guerra al terrorismo, que es una táctica, no algo que exista. Osama bin Laden no se encuentra, salvo virtualmente en los videos que tiene a bien grabarnos. Sobre Al Qaeda todo apunta a que se trata de un invento de los medios, una franquicia para cualquier grupo terrorista, o para cualquier comando de operaciones encubiertas. Al Zarqawi ha resultado ser tan escurridizo como bin Laden, y los terroristas se multiplican por todo el mundo.

Y el Katrina ¿dónde está el nuevo enemigo? ¿Declarará Bush la guerra contra la Providencia?


 

[1] Un grupo evangélico asegura que el desastre ha sido “un acto de Dios”. El Mundo, 03-09-2005

[2] Billy Graham on disaster: Evil is mystery. worldnetdaily.com, 03-09-2005

[3] Zarqawi says Katrina 'beginning of the end' for US. AFP, 04-09-2005

[4] Bush: "Es como si la peor arma del mundo hubiera destruido la costa del Golfo de México". El País, 01-09-2005

[5] Bush: "Los resultados no son aceptables". El País, 03-09-2005

[6] Nueva Orleans busca a sus muertos. El País, 05-09-2005

[7] Caos en Nueva Orleans, plan de rescate bajo fuego. news.yahoo.com/AP/Reuters, 02-09-2005

[8] Ibid [5]

[9] Michael Moore: “Se acabaron las vacaciones”. The New York Times, 02-09-2005

[10] Ibid [5]

[11] Ibid [5]

[12] Washington pide a España petróleo, equipos médicos y comida para las víctimas del Katrina. ABC, 05-09-2005

[13] Greenspan: "cuidado con el déficit", BBC, 02-03-2005

[14] Bush anuncia que encabezará una investigación para detectar los errores de gestión en la crisis. El País, 07-09-2005

[15] El negocio se abre paso en el desastre. El País, 07-09-2005

[16] La madre de Bush llama «indigentes» a los refugiados que llegan a Texas. Levante-EMV, 07-09-2005

[17] ¿Salvó Katrina a los medios? BBC, 06-09-2005

[18] http://stonesnews.com/tmp/mysweetneocon.mp3








Milvertha Hendricks, de 84 años
(AP Photo/Eric Gay)

 



Bush sobrevuela las zonas afectadas varios días después.
(Mannie Garcia/Reuters)

 



Una improvisada tumba de ladrillos rodea el cuerpo de una mujer cubierta con una manta en medio de una calle de Nueva Orleans. (REUTERS/El País)




El Katrina ¿la peor arma del mundo?

 



George W. Bush, tomando el mando de las operaciones.
(Kevin Lamarque/Reuters)

 

 

 

 



Las señales de una gasolinera por los suelos. Todo un símbolo.
(REUTERS/Lee Celano)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




 

 



Marca de la compañía Halliburton.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



Barbara Bush
(AFP/File/Tim Sloan)

 



¿Refugiada? ¿indigente?
(Joe Skipper/Reuters)

 

 

 

 

 

 

 

 



Los médicos ofrecidos por Castro se quedaron finalmente en casa.
(REUTERS/Claudia Daut)