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         66 GUERRA CONTRA EL TERRORISMO


Terrorismo, guerra y justicia

OPINIÓN
ABC 08-07-2005

Hace dos meses Tony Blair ganó por tercera vez consecutiva unas elecciones. Preside durante este semestre la UE. Es el anfitrión de la Cumbre del G-8. Y Londres acaba de recibir el espaldarazo olímpico. En la cima del éxito, el primer ministro británico sufrió ayer el ataque del terrorismo islamista en el Reino Unido. Sería erróneo creer que ha sido esa elección la causa del ataque. Sólo ha sido el aprovechamiento de una oportunidad: cuando los servicios de seguridad estaban más atentos a la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los países más ricos del mundo. Como aprovechamiento de una oportunidad fue la elección de Madrid para el salvaje atentado del 11-M, mientras las fuerzas del orden se ocupaban de la seguridad en la inminente jornada electoral.

El terrorismo actúa con planes minuciosamente elaborados durante meses; la fecha de un atentado indiscriminado se decide siempre en función de las garantías de éxito. Londres era el objetivo, se llevara o no los Juegos. Como lo era Madrid, hubiera o no unas elecciones, que ni el terrorista más sibilino podía calcular que podían tumbar a un Gobierno. Tampoco la venganza por la participación en una guerra contra un país islámico ha sido la causa de los ataques a Londres o a Madrid. Las causas hay que buscarlas en una cultura, una civilización y una pobreza que llevan al fanatismo religioso a quienes no tienen nada que perder.

A George W. Bush no le habrá gustado que las primeras palabras que ha pronunciado Blair tras los atentados de Londres hayan sido: «Los responsables serán llevados ante la Justicia». Porque la reacción del presidente de Estados Unidos ante el ataque a las Torres Gemelas fue bombardear un país que supuestamente albergaba terroristas y cuyo presidente era un dictador que tenía en su poder armas químicas y biológicas, mientras que la del primer ministro británico ha sido la de aplicar el principio penal de que no delinquen las organizaciones, sino las personas.